LA DIETA CANADIENSE
Los españoles tenemos fama de comer bien y mucho, y comparado con otros países es verdad. Normalmente desayunamos en casa, almorzamos fuera (algo ligero en nuestro colegio o lugar de trabajo), comemos en casa (dos platos y un postre), merendamos un tentenpié por la tarde y realizamos una cena familiar algo más distendida. ¡Nos encanta comer! Y para nosotros estos momentos van más allá de la ingesta de alimentos. Son momentos de reunión que unen a la familia y a los amigos, momentos sociales que nos permiten relajarnos y pasar más tiempo con la gente que queremos y nos hace felices.
Los canadienses tienen otro concepto de la comida y sobre todo del tiempo que empleamos en ella. Normalmente, las familias canadienses desayunan (cereales, tostadas, leche, zumo, galletas…), almuerzan algo ligero en su lugar de trabajo o estudio (un pack lunch que puede llevar un sándwich, fruta, yogurt o ensalada) y cenan en sus hogares (las comidas son bastante multiculturales y mezclan recetas de todo el mundo). El momento de la cena es el más importante para ellos y al que le dedican más tiempo. Normalmente la cena se realiza sobre las 19.30 horas y es aquí donde todos los integrantes de la casa se ponen al día de cómo ha transcurrido la jornada.
Personalmente tengo que decir que al comienzo me costó un poco adaptarme a este nuevo horario de comidas, pero tras una semana me había habituado completamente, es más, comía más ligero y menos cantidad. Además, tenía la sensación de que el día tenía más de 24 horas y que me cundía muchísimo.
Diferentes costumbres, diferentes horarios y diferentes sabores. Para gustos los colores.