EL MUNDO DE LOS HIGH SCHOOLS
El mundo de los High Schools, ese mundo de película que tanto tiene que ver con la realidad de los institutos americanos.
Cuando le pregunto a un alumno que tal su experiencia por el instituto siempre me dice lo mismo: “era como estar en una película”. Bailes de graduación, cheerleaders y mascotas, entrenamientos duros, comedores escolares con mesas infinitas, mucho deporte, ensayos y representaciones teatrales, partidos a altas horas de la mañana, batidos y cafés para llevar, mantequilla de cacahuete…
Pero los institutos canadienses van más allá. El nivel de involucración de la gente es total en los High Schools. Todos se esfuerzan por hacer lo que se les propone de la mejor forma posible y siempre de buen humor. Este nivel de involucración es el que deja alucinados a los alumnos españoles y del que se empapan a su llegada a Canadá.
En los High Schools se come rápido para empezar pronto con las actividades extraescolares y deportivas (aunque algunos clubs entrenan a primera hora de la mañana antes de comenzar las clases). En torno a las 17.00 h los chicos vuelven a sus casas y dan por finalizadas sus actividades.
Una de las cosas que más me gusta del sistema educativo canadiense es que tiene igual valor una clase de matemáticas que una de teatro, todo dependerá a qué se quiera dedicar el alumno y cómo enfoques su perfil académico. La educación canadiense no se limita únicamente a sus aspectos académicos, sino que engloba también un amplio conjunto de competencias, valores, habilidades y principios que tienen como objetivo fundamental obtener el máximo rendimiento del estudiante a todos los niveles. De hecho, existen multitud de becas deportivas que sufragan los estudios de los estudiantes al igual que las becas por notas académicas.
Un sistema educativo, a mi entender, más cívico y real que al que estamos acostumbrados en nuestros país.