Felicidad o excelencia, ¿Qué buscamos para nuestros hijos?

Como padres, una de nuestras mayores preocupaciones es la formación integral de nuestros hijos. Nos preocupamos por su futuro profesional, por su felicidad y nos esforzamos en incrementar sus oportunidades a través de una sólida y completa educación.

¿Pero qué es lo que más preocupa a los padres españoles a nivel educativo?

Según un estudio publicado por La Fundación Varkey, entidad benéfica dedicada a la educación, las mayores inquietudes de los padres españoles son:

Felicidad de su hijos

Que nuestros hijos sean felices es la mayor de nuestras preocupaciones, más allá de una buena formación y de un completo curriculum académico. Cuando seleccionamos el colegio tomamos como referencia el ambiente que transmite, y nos dejamos llevar por las sensaciones del entorno. Según el informe, los padres españoles son los más preocupados porque sus hijos disfruten del colegio de todos los países analizados, y casi dos tercios (64%) dicen que esta es una de las tres cosas que más ansiedad les provoca de la escolarización de sus hijos.

Bienestar mental y bullying

La salud mental y emocional también ocupa un lugar primordial dentro de nuestras preocupaciones. Queremos niños emocionalmente fuertes, que estén capacitados para asumir las adversidades de la vida y que sepan reponerse ante ellas. El problema del bullying se detecta, cada vez más, a edades más tempranas, y los padres necesitan estar preparados para afrontarlo. No sólo sufre la víctima, sino también el que provoca el daño. La seguridad de nuestros hijos es una preocupación latente a lo largo de toda la vida. Padres e hijos deben sentar unos pilares emocionales fuertes para hacer frente a las adversidades que se planteen en el entorno familiar.

Presión académica

Desde temprana edad los niños advierten la presión académica que se les transmite bien desde casa o bien desde los centros educativos. Actualmente, los niños y jóvenes realizan muchas actividades extraescolares que les resta tiempo de estudio y descanso. El querer llegar a todo y cumplir con las expectativas de padres y maestros suele ser un motivo de estrés para muchos alumnos. Los niños/jóvenes necesitan sentirse aceptados tal como son, necesitan poder elegir en qué invertir su tiempo, y sobre todo, necesitan descanso.

Salud física

Al igual que nos preocupamos por la salud mental de nuestros hijos, lo hacemos por la física. Vivimos en una sociedad donde la información abunda en todos los sentidos. Conocemos lo que es una dieta saludable, unos buenos hábitos alimentarios/higiénicos/físicos y valoramos la importancia del deporte y de llevar una vida activa. En general, los padres nos sentidos cómodos cuando vemos que en los colegios se apuesta por la vida saludable y el deporte y se incita a los alumnos a ser miembros activos.

Que los centros no exijan académicamente lo suficiente

Aunque anteponemos la felicidad de nuestros hijos y una educación en valores morales y cívicos, esperamos que nuestros hijos salgan preparados para el futuro de forma correcta, y que en los centros educativos se les exija lo suficiente. Queremos un correcto balance entre lo que se les exige a nivel académico y lo que ellos pueden dar. La preocupación más habitual de los padres sobre el futuro de sus hijos globalmente es que obtengan un trabajo y tengan éxito en su profesión. Según el informe Varkey, casi dos tercios de los padres (64%) cree que la escuela de sus hijos les está preparando bien para el mundo del año 2030 y en adelante.

Que crezca demasiado deprisa por la presión del grupo y la capacidad de hacer amigos

Somos seres sociales y durante la edad escolar nuestra personalidad se está forjando y está tomando autonomía. Somos altamente vulnerables y sentirnos aceptados dentro del grupo es lo que nos hace sentirnos fuertes, seguros y felices. Pero esa presión grupal, en muchos casos, nos lleva a hacer cosas que no queremos o para las cuales no estamos preparados. Ese factor social, que se escapa a la educación familiar, es motivo de preocupación para muchos padres. De ahí la importancia de elegir un colegio afín a nuestros ideales, con una comunidad educativa de igual rango cultural, social y moral.

Importancia de un buen docente

Según el estudio publicado por La Fundación Varkey, el factor más importante para los padres a la hora de elegir la escuela de sus hijos, aparte de su ubicación, es la calidad de los docentes: el 45% de los padres de todo el mundo lo selecciona como uno de sus tres criterios principales. Después de la calidad de los docentes se valora un entorno feliz (30%), los resultados académicos de la escuela (30%), el ideario de la escuela (27%), calidad de las instalaciones (25%), criterios sobre comportamiento y disciplina (21%), coste (19%), y en qué medida las escuelas tienen en consideración los deseos de los niños (14%). Un buen docente, el maestro por vocación, sabe cómo motivar a sus alumnos, se preocupa por su bienestar e intenta generar en clase un clima de diálogo abierto al debate y al aprendizaje continuo.

Sean cuales sean nuestras preocupaciones, todos tenemos un mismo objetivo común: formar a ciudadanos del futuro tolerantes, resilientes, involucrados en el bien común y capaces de ser su mejor versión.