Últimamente las soft skills, o “habilidades blandas”, están en boca de todos, desde el mundo educativo hasta el laboral. Pero, qué son y por qué son tan importantes estas habilidades.

Las soft skills, son cualidades relacionadas con el compromiso, la resiliencia, el trabajo en equipo, la creatividad o el pensamiento crítico, capacidades importantes para desempeñar los trabajos tanto del presente como del futuro. Por ello, no es de extrañar que el aprendizaje de estas habilidades resulte fundamental para los alumnos, que serán los adultos del mañana.

Fomentar estas cualidades es fomentar la capacidad de los jóvenes para autoliderarse, para madurar cognitivamente y desarrollarse como personas autónomas e independientes.

Entre las soft skills más demandadas destacaríamos:

1. Resiliencia. Adaptarse a situaciones adversas y mantenerse fuerte y calmado parece ser una de las cualidades más demandadas en la actualidad. Tener una mayor resiliencia significa tener un mayor equilibrio emocional.
2. Adaptabilidad y Flexibilidad. En momentos complicados o de incertidumbre, resulta esencial contar con la flexibilidad suficiente para adaptarse a cualquier escenario. Esto implica salir de la ‘zona de confort’ para apostar por conceptos o retos innovadores.
3. Trabajo en equipo. El trabajo de un buen equipo es siempre superior al individual. Saber escuchar, aceptar correcciones, ceder… son algunas de las cualidades que se trabajan en grupo.
4. Pensamiento crítico. En una sociedad global donde la información abunda y no siempre es veraz, desarrollar un pensamiento crítico nos permitirá tener nuevas ideas además de ser más analíticos y curiosos. A su vez, esta cualidad nos ayudará a solventar problemas de una forma más efectiva y práctica.
5. Compromiso. Tanto en el ámbito laboral como en el académico es importante estar implicado con el objetivo de la empresa. Esto supone una mayor motivación, concentración, calidad del trabajo y, por lo tanto, productividad.
6. Aprendizaje constante e independiente. El aprendizaje está vinculado de forma directa con el cambio. Además de contar con la inquietud de aprender constantemente, es esencial tener la capacidad para aprender sobre nuevas tecnologías, programas y sistemas. Clave para el ámbito laboral actual. 
7. Mentalidad de crecimiento. Se conoce como ‘growth mindset’. O lo que es lo mismo: estar dispuesto a enfrentar nuevos retos y con visión de futuro. 

Teniendo claro que son las soft skills y su importancia sólo nos queda una pregunta por contestar… ¿Cómo se desarrollan estas cualidades estudiando en el extranjero?

La respuesta parece evidente. Estudiar en el extranjero es un ejercicio de crecimiento personal constante para el alumno. Alejarse de su zona de confort y enfrentarse a un mundo desconocido e incierto para él, pone en acción todas estas cualidades y el desarrollo de su inteligencia emocional.

El estudiante aprende a superar obstáculos y a resolver conflictos por su cuenta; se adapta a una nueva cultura, costumbres y sistema educativo; al ser una inmersión total, trabaja en equipo, aprende día a día y se enfrenta a nuevos retos; se compromete con el programa y con un nuevo centro educativo, y desarrolla un gran pensamiento crítico acerca de la realidad que conocía y la que está descubriendo.

Podríamos decir que no hay ninguna experiencia más completa como la de estudiar un año en Canadá, ya que el estudiante mejorará su curriculum académico (hard skills) sin apenas darse cuenta de cómo sus habilidades sociales crecen cada día.

Crecer como persona, aprender idiomas, crear una red de contactos internacionales, conocer una nueva cultura… cualquiera es un buen motivo para lanzarse a la aventura de estudiar en Canadá.